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jueves, 9 de octubre de 2014

El perro Excálibur, una oportunidad para estudiar cómo se propaga el ébola

  • ·         Los perros pueden contraer el virus del ébola y no presentar síntomas
  • ·         La decisión de la Comunidad de Madrid de sacrificar a la mascota divide a los expertos
  • ·         Algunos abogan por la eutanasia preventiva mientras otros sugieren que se mantenga en cuarentena y se use para estudiar qué papel juegan en la propagación del ébola

¿Hay que sacrificar a Excálibur? El perro de la auxiliar de enfermería que se contagió de ébola en España tras atender a los dos religiosos infectados en África saltó ayer a la fama tras el llamamiento que hizo el marido de esta paciente para mantenerlo con vida al conocer los planes de la Consejería de Sanidad: la mascota será sacrificada sin el consentimiento de los dueños para evitar cualquier riesgo de contagio.

Aunque la transmisión del ébola entre perros y humanos ha sido poco estudiada, una investigación realizada entre 2001 y 2002 en Gabón durante un brote de esta enfermedad mostró que los perros pueden contagiarse de ébola y ser asintómaticos, es decir, no presentar síntomas visibles de esta enfermedad.

La mayor parte de los 439 perros a los que tomaron muestras de sangre en el marco de aquella investigación, realizada por científicos del Centro Internacional de Investigación Médica de Franceville (Gabón) y publicada en 2005, habían estado expuestos de forma directa al virus, pues habían comido restos de animales infectados.

"Demostramos que los perros pueden infectarse. Pensamos que la causa más probable de contagio en los pueblos en los que se dio el brote de ébola fue la ingesta de animales muertos", señala a EL MUNDO Éric Leroy, coautor de la investigación realizada en Gabón y que fue publicada en Emerging Infectious Diseases1. "Sin embargo, los perros también podrían infectarse de otras formas, como por un lametazo o por estar cerca o en contacto directo con una persona infectada. Aunque el riesgo sea bajo, existe. Por ello hay que tomar todas las medidas necesarias para que no haya transmisión", señala.

Si el perro Excálibur, al que no se le han realizado las pruebas del ébola, hubiera contraído la enfermedad, lo habría hecho por contacto directo con su dueña. Por eso, opina Leroy, esta mascota podría ayudar a entender mejor cómo se produce el contagio. "Yo recomendaría mantenerlo en cuarentena y bajo vigilancia en una instalación específica, pero no lo mataría. Seguiría su evolución a través de diversos parámetros: biológicos, virológicos, serológicos... Se trata de una oportunidad preciosa para ver si los perros podrían jugar un papel clave en la propagación del ébola", añade Leroy.

Riesgo de contagio

Pero la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid sostiene que "existen datos que confirman el hallazgo de perros con anticuerpos positivos del virus del ébola, lo que indica que los perros pueden sufrir un proceso de viremia aunque se muestren asintomáticos", por lo que considera que "no existe garantía de que los animales infectados no eliminen el virus a través de sus fluidos orgánicos, con el riesgo potencial de contagio".

Por su parte, Santiago Mas-Coma, director de Parasitología de la Universidad de Valencia, presidente de la Federación Mundial de Medicina Tropical y experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que el estudio realizado en Gabón utilizó una técnica de detección "que no era lo suficientemente sensible", lo que explicaría que se dieran falsos positivos en algunos perros franceses, aunque la investigación "sugería que los perros podían verse afectados".

Para ver la noticia al completo: " Caso Excálibur"

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