Entre los problemas clínicos que con
más frecuencia se presentan en la clínica a diario son las DIARREAS. Debe
quedar claro, que esta alteración digestiva no es más que un síntoma de que
algo no funciona bien en el tracto digestivo de nuestra mascota.
Con el adecuado tratamiento,
normalmente remite en 24-48h, pero cuando este tiempo se alarga estamos entonces ante una diarrea de carácter
crónico.
La función primaria del intestino
delgado en los perros es asimilar los nutrientes mediante los procesos de
digestión y absorción. Como consecuencia de la mala funcionalidad intestinal
aparece lo que conocemos como síndrome de
malabsorción, pudiendo ser ésta causada o secundaria a lo que
conocemos como hipermultiplicación bacteriana o infecciones parasitarias como
las giardiasis o coccidiasis.
GIARDIASIS
La infección
es producida por un protozoario denominado “Giardia Lamblia” que se localiza en
el intestino delgado de perros y gatos.
La presencia
de giardias es actualmente una de las causas más frecuentes de diarreas
crónicas o intermitentes del intestino delgado que migra a intestino grueso
donde forma quistes que son eliminados con la materia fecal. Así como son
eliminados inmediatamente son infectantes para cualquier especie. Estos quistes
son altamente resistentes por lo que le confiere al protozoario una
supervivencia prolongada en el suelo y agua.
MODO DE
CONTAGIO
La principal
ruta de contagio es la ORO-FECAL y ocasionalmente por consumo de alimentos o
aguas contaminadas.
Una vez que
el animal ingiere las formas infectantes d giardia, en el intestino delgado del
animal se abre y libera la forma activa llamada trophozoito. Éstos se adhieren
al intestino y se reproducen por división en dos pudiendo ser liberados por las
heces, que pueden infectar a otros perros.
En casos en
los cuales ocurre la enfermedad en animales jóvenes el signo más común es la
diarrea, que puede aparecer 5 días post-infección. La diarrea puede ser severa,
intermitente o crónica, en función de la gravedad y duración del proceso, pudiendo
cursar con pérdida de peso y mal estado como consecuencia del síndrome de
malabsorción / maladigestión, resultado de la acción de la giardia sobre el
intestino.
A veces su
presencia va acompañada de vómitos, que incluso puede ser el síntoma predominante.
Para hacer
frente a este tipo de infección se requiere un sistema inmune sumamente
competente.
DIAGNÓSTICO
La Giardiasis
es muy difícil de diagnosticar porque el protozoario es muy pequeño y no está
presente en todas las deposiciones del perro. Para su
diagnóstico utilizamos diferentes métodos, como: observación microscópica de
una muestra de heces. Será necesario el análisis de como mínimo de 2 muestras.
Otras técnicas
identifican mediante kits Elissa.
No debemos
descuidar durante el tratamiento el control ambiental, en especial en criaderos
y tiendas de animales. Los quistes de giardia pueden mantenerse mucho tiempo en
el medio ambiente de las jaulas y en el pelo de los animales. El mejor
desinfectante es el amonio cuaternario que puede ser usado también en forma
tópica en las regiones perianal y perineal, que deben ser luego enjuagadas con
un champú, después de unos minutos. En casa, un baño en la bañera será suficiente
para eliminar los parásitos del pelo del animal.
Un problema
añadido de las giardiasis es su potencial ZOONÓTICO. Los niños, de manera
especial, están en riesgo debido a la tendencia a jugar en áreas verdes y en el
suelo donde pueden estar los quistes o el hecho de introducir los dedos en la
boca del perro parasitado.
COCCIDIASIS
Isospora
canis e Isospora ohiensis
Son pequeños organismos unicelulares
microscópicos que se multiplican en el tracto intestinal de perros y gatos, más
comúnmente cachorros. Pero también se da en adultos cuyo sistema inmune está
deprimido o en animales que sufren otro tipo de stress, como cambio de dueño,
de hábitos,… o que padecen otras enfermedades que deprimen su sistema inmune.
A medida que el cachorro crece tiende a
desarrollar inmunidad natural. Un adulto puede llevar los coccidios en su
intestino, diseminarlos con sus excrementos pero no tener síntomas de la
enfermedad.
El periodo de incubación es de 5-7 días
a partir del contacto con los coccidios.
El primer síntoma es la DIARREA, que
dependiendo del grado de infección será leve o severa. Puede verse sangre o
mucosidad en las heces, especialmente en casos avanzados. Los animales
gravemente infectados pueden mostrar vómitos, pérdida de apetito,
deshidratación y en ocasiones la muerte.
Los huevos de coccidios son eliminados
por las heces, donde esporulan y se hacen infectantes para nuevos huéspedes.
Siendo más concretos, los coccidios
provienen de la tierra: caniles con suelos de cemento, con grietas, suelos de
madera, húmedos, poco soleados; contaminados con material fecal, donde los
cachorros juegan y pueden lamer y tragar los quistes.
En el caso de
una madre infectada, ésta contagiará por contacto a los cachorros, de forma que
los coccidios se desarrollarán en sus intestinos.
Un cachorro infectado puede transmitir
la parasitosis a sus hermanos, siendo ésta otra vía de contagio. De ahí la
importancia de separar a los enfermos.
Otra vía de contagio es en el caso de
que los quistes maduros sean ingeridos por ratones que a su vez son cazados por
gatos, adquiriendo así la infección con coccidios.
Insectos como las moscas pueden actuar
como vectores mecánicos de la coccidiasis transportando los ooquistes de un
lado a otro.
¿QUÉ
SUCEDE EN EL HUÉSPED?
Los quistes
esporulados de coccidios se rompen y liberan 8 “esporozoitos”. Cada uno de
éstos entra en 1 célula del intestino y comienza a reproducirse dentro de ella.
La célula se llena de lo que se llama “merozoitos” que son expulsados a todo el
intestino, donde cada uno busca su propia célula y comienza el proceso
nuevamente.
La coccidiasis asintomática pasa a
manifestarse como enfermedad cuando el número de células destruidas supera la
capacidad del hospedador para regenerarlas.
Dado que el número de células
destruidas es determinado por el número de células invadidas por los
esporozoitos, la gravedad de la infección depende de la tasa de ingestión de
ooquistes y del estado inmunitario del hospedador.
En un cachorro sano la ingestión continua
de un número reducido de ooquistes da lugar a una infección moderada que
permite la producción de nuevos ooquistes para beneficio del parásito y el
desarrollo de inmunidad frente a la reinfección para beneficio del hospedador.
Por el contrario, la ingestión de un
número de huevos elevado en un periodo de tiempo breve puede causar una
enteritis grave, especialmente en individuos mal nutridos, enfermos o muy
estresados.
Hay que tener en cuenta que el cachorro
analizado puede encontrarse en una fase del ciclo del parásito de no
eliminación, por lo que deberían repetirse los estudios ante la mínima duda.
En cuanto al manejo para eliminar el
parasito, sabed que se requieren tratamientos largos, con 1 o 2 resultados
coprológicos negativos a la presencia de esta parasito post tratamiento.
PREVENCIÓN
Como las coccidiasis se esparcen a
través de los excrementos del portador, es muy importante una limpieza
estricta. Deben limpiarse a fondo todas las materias fecales del lugar, también
deben retirarse la comida, platos, camas, etc. con vapor, o sumergirlas en agua
hirviendo o en una solución con amoníaco al 10%.
Las especies de coccidios de perros y
gatos no infectan a los seres humanos.
Se ha demostrado en los criaderos que
la aparición de coccidios activa las manifestaciones de giardias que solo están
esperando la oportunidad de una bajada de defensas (inmunodepresión) en los
cachorros para complicar el caso.
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