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jueves, 21 de noviembre de 2013

COCCIDIOS Y GIARDIA


Entre los problemas clínicos que con más frecuencia se presentan en la clínica a diario son las DIARREAS. Debe quedar claro, que esta alteración digestiva no es más que un síntoma de que algo no funciona bien en el tracto digestivo de nuestra mascota.
Con el adecuado tratamiento, normalmente remite en 24-48h, pero cuando este tiempo se alarga  estamos entonces ante una diarrea de carácter crónico.
La función primaria del intestino delgado en los perros es asimilar los nutrientes mediante los procesos de digestión y absorción. Como consecuencia de la mala funcionalidad intestinal aparece lo que conocemos como síndrome de malabsorción, pudiendo ser ésta causada o secundaria a lo que conocemos como hipermultiplicación bacteriana o infecciones parasitarias como las giardiasis o coccidiasis.

GIARDIASIS

La infección es producida por un protozoario denominado “Giardia Lamblia” que se localiza en el intestino delgado de perros y gatos.
La presencia de giardias es actualmente una de las causas más frecuentes de diarreas crónicas o intermitentes del intestino delgado que migra a intestino grueso donde forma quistes que son eliminados con la materia fecal. Así como son eliminados inmediatamente son infectantes para cualquier especie. Estos quistes son altamente resistentes por lo que le confiere al protozoario una supervivencia prolongada en el suelo y agua.

MODO DE CONTAGIO
La principal ruta de contagio es la ORO-FECAL y ocasionalmente por consumo de alimentos o aguas contaminadas.
Una vez que el animal ingiere las formas infectantes d giardia, en el intestino delgado del animal se abre y libera la forma activa llamada trophozoito. Éstos se adhieren al intestino y se reproducen por división en dos pudiendo ser liberados por las heces, que pueden infectar a otros perros.
SINTOMATOLOGÍA
En casos en los cuales ocurre la enfermedad en animales jóvenes el signo más común es la diarrea, que puede aparecer 5 días post-infección. La diarrea puede ser severa, intermitente o crónica, en función de la gravedad y duración del proceso, pudiendo cursar con pérdida de peso y mal estado como consecuencia del síndrome de malabsorción / maladigestión, resultado de la acción de la giardia sobre el intestino.
A veces su presencia va acompañada de vómitos, que incluso puede ser el síntoma predominante.
Para hacer frente a este tipo de infección se requiere un sistema inmune sumamente competente.

DIAGNÓSTICO
La Giardiasis es muy difícil de diagnosticar porque el protozoario es muy pequeño y no está presente en todas las deposiciones del perro. Para su diagnóstico utilizamos diferentes métodos, como: observación microscópica de una muestra de heces. Será necesario el análisis de como mínimo de 2 muestras.
Otras técnicas identifican mediante kits Elissa.
No debemos descuidar durante el tratamiento el control ambiental, en especial en criaderos y tiendas de animales. Los quistes de giardia pueden mantenerse mucho tiempo en el medio ambiente de las jaulas y en el pelo de los animales. El mejor desinfectante es el amonio cuaternario que puede ser usado también en forma tópica en las regiones perianal y perineal, que deben ser luego enjuagadas con un champú, después de unos minutos. En casa, un baño en la bañera será suficiente para eliminar los parásitos del pelo del animal.
Un problema añadido de las giardiasis es su potencial ZOONÓTICO. Los niños, de manera especial, están en riesgo debido a la tendencia a jugar en áreas verdes y en el suelo donde pueden estar los quistes o el hecho de introducir los dedos en la boca del perro parasitado.


COCCIDIASIS

Isospora canis e Isospora ohiensis
Son pequeños organismos unicelulares microscópicos que se multiplican en el tracto intestinal de perros y gatos, más comúnmente cachorros. Pero también se da en adultos cuyo sistema inmune está deprimido o en animales que sufren otro tipo de stress, como cambio de dueño, de hábitos,… o que padecen otras enfermedades que deprimen su sistema inmune.
A medida que el cachorro crece tiende a desarrollar inmunidad natural. Un adulto puede llevar los coccidios en su intestino, diseminarlos con sus excrementos pero no tener síntomas de la enfermedad.
El periodo de incubación es de 5-7 días a partir del contacto con los coccidios.
El primer síntoma es la DIARREA, que dependiendo del grado de infección será leve o severa. Puede verse sangre o mucosidad en las heces, especialmente en casos avanzados. Los animales gravemente infectados pueden mostrar vómitos, pérdida de apetito, deshidratación y en ocasiones la muerte.
Los huevos de coccidios son eliminados por las heces, donde esporulan y se hacen infectantes para nuevos huéspedes.
Siendo más concretos, los coccidios provienen de la tierra: caniles con suelos de cemento, con grietas, suelos de madera, húmedos, poco soleados; contaminados con material fecal, donde los cachorros juegan y pueden lamer y tragar los quistes.
En el caso de una madre infectada, ésta contagiará por contacto a los cachorros, de forma que los coccidios se desarrollarán en sus intestinos.
Un cachorro infectado puede transmitir la parasitosis a sus hermanos, siendo ésta otra vía de contagio. De ahí la importancia de separar a los enfermos.
Otra vía de contagio es en el caso de que los quistes maduros sean ingeridos por ratones que a su vez son cazados por gatos, adquiriendo así la infección con coccidios.
Insectos como las moscas pueden actuar como vectores mecánicos de la coccidiasis transportando los ooquistes de un lado a otro.

¿QUÉ SUCEDE EN EL HUÉSPED?
Los quistes esporulados de coccidios se rompen y liberan 8 “esporozoitos”. Cada uno de éstos entra en 1 célula del intestino y comienza a reproducirse dentro de ella. La célula se llena de lo que se llama “merozoitos” que son expulsados a todo el intestino, donde cada uno busca su propia célula y comienza el proceso nuevamente.
La coccidiasis asintomática pasa a manifestarse como enfermedad cuando el número de células destruidas supera la capacidad del hospedador para regenerarlas.
Dado que el número de células destruidas es determinado por el número de células invadidas por los esporozoitos, la gravedad de la infección depende de la tasa de ingestión de ooquistes y del estado inmunitario del hospedador.

En un cachorro sano la ingestión continua de un número reducido de ooquistes da lugar a una infección moderada que permite la producción de nuevos ooquistes para beneficio del parásito y el desarrollo de inmunidad frente a la reinfección para beneficio del hospedador.
Por el contrario, la ingestión de un número de huevos elevado en un periodo de tiempo breve puede causar una enteritis grave, especialmente en individuos mal nutridos, enfermos o muy estresados.
El diagnóstico se realiza por análisis de material fecal.
Hay que tener en cuenta que el cachorro analizado puede encontrarse en una fase del ciclo del parásito de no eliminación, por lo que deberían repetirse los estudios ante la mínima duda.
En cuanto al manejo para eliminar el parasito, sabed que se requieren tratamientos largos, con 1 o 2 resultados coprológicos negativos a la presencia de esta parasito post tratamiento.

PREVENCIÓN
Como las coccidiasis se esparcen a través de los excrementos del portador, es muy importante una limpieza estricta. Deben limpiarse a fondo todas las materias fecales del lugar, también deben retirarse la comida, platos, camas, etc. con vapor, o sumergirlas en agua hirviendo o en una solución con amoníaco al 10%.
Las especies de coccidios de perros y gatos no infectan a los seres humanos.

Se ha demostrado en los criaderos que la aparición de coccidios activa las manifestaciones de giardias que solo están esperando la oportunidad de una bajada de defensas (inmunodepresión) en los cachorros para complicar el caso.

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