El mantenimiento de la higiene bucal de tu perro y/o gato es de gran importancia, y muchas veces se desconoce la magnitud de las enfermedades que con ello puedes evitar.
El objetivo que queremos conseguir con la publicación de este artículo y la consecuente promoción que hemos sacado en este primer trimestre del año, es concienciaros a vosotros los propietarios de mascotas, de que el mantenimiento de la salud bucal es de suma importancia, ya que con ello mejora el bienestar general, evita la halitosis, se conserva la dentición y se previenen otras enfermedades sistémicas; Una enfermedad periodontal severa lleva a un muy mal aliento y puede derivar a infecciones de la cavidad oral e incluso a la pérdida de varias piezas dentales.
Los cachorros, perros y gatos jóvenes (hasta los 3 años de edad aproximadamente), suelen tener los dientes limpios y blancos, siempre y cuando se les alimenta con croquetas y gocen de buena salud. Pero pasado ese tiempo, comienza a aparecer el sarro, esa placa de color amarillo oscuro - marrón en el borde de la encía y la pieza dental, así como la halitosis (mal aliento).
Cuando nuestra mascota come, parte de ese alimento queda depositado entre los dientes. El acúmulo de alimento y otros elementos, como pelos, detritus, minerales de la salva, unido a diversos procesos de descomposición, con proliferación de bacterias, da lugar a la formación de sarro o placa bacteriana. Ésta va invadiendo progresivamente el diente hasta entrar en contacto con las encías, produciendo inflamación y dolor. Si no se evita esta situación, el siguiente paso es la caída del diente con sus graves consecuencias mecánicas respecto a la masticación .
Debemos tener en cuenta una serie de FACTORES que PREDISPONEN a la aparición del sarro:
- Alimentación: con el uso de dietas blandas (latas de comida o comida de humanos), el acúmulo producido entre los dientes es mayor, acelerando la formación de sarro. Dando pienso a nuestra mascota, no sólo va a ser menor el depósito de alimento entre los dientes, sino que al ser de consistencia dura ejercerá cierto efecto de arrastre sobre la placa bacteriana ya formada.
- Raza: La raza también va a desempeñar un importante papel en la formación de sarro, así razas de pequeño tamaño como Yorkshire, Caniche, Pincher, Bichón, ... tendrán mayor predisposición a la formación de sarro. Esto afecta de igual forma a aquellos perros mestizos de pequeños tamaño. Por el contrario, entre, por ejemplo los perro de caza, en cuya dieta figura entre otros el pan duro, perros de guarda y defensa, que a menudo ejercitan su dentadura, raramente diagnosticamos sarro dental.
- Edad: Con el paso del tiempo, si no se toman las medidas oportunas, la acumulación de sarro en los dientes de nuestra mascota irá en aumento, presentándose sus manifestaciones sobre todo a partir de los 4 - 6 años.
- Especie: Por lo general la formación de sarro va a ser bastante mayor en perros que en gatos.
ENFERMEDADES DENTALES:
A continuación describiremos algunas de las más comunes que se presentan en nuestro hospital:
- Gingivitis y periodontitis: se trata de la inflamación y/o dolor de las encías, e inflamación del tejido que rodea la pieza dental, respectivamente. Ambas están acompañadas de otros signos como mal aliento y sarro color amarillento o café oscuro. En casos severos se tiene que extraer la pieza dental y puede haber infección.
- Hipoplasia del esmalte dental: se trata de una serie de lesiones en el esmalte dental, como si pareciera fragmentado o deprimido y cuando hay acumulación de sarro es muy evidente. Puede ser congénita o adquirida.
- Abscesos: Producto de una gingivitis no tratada a tiempo, pueden formarse dolorosos abscesos que a veces no son visibles a simple vista o palpables, pero que de no ser atendidos, pueden poner incluso en riesgo la vida del animal porque son un foco de infección muy importante.
- Persistencia de dientes de leche, Polidoncia (dientes supernumerario) y oligodoncia (falta de dientes): son las 3 anomalías genéticas dentarias que se diagnostican con más frecuencia.
Para reducir la aparición de cualquiera de estas patologías o minimizar su aparición en el tiempo, podemos ayudarnos de una serie de productos profilácticos básicos que describiremos a continuación:
- Ayudar a los mecanismos naturales autolimpiadores de la cavidad bucal, que son la sialorrea, los movimientos linguales y la ingestión de comidas mediante dietas duras a base de alimento seco. Lo que conseguimos con la croqueta es que el perro mastique, obteniendo así un efecto similar al cepillado al penetrar el diente en el grano.
- De la misma manera podemos emplear "snacks" par perros, favoreciendo las masticación. Otro suplemento que podemos añadir a la comida seca o húmeda de perros y gatos consiste en un polvo de alga natural, sin aditivos, colorantes ni conservantes, que ayuda a la reducción de la placa dental, el mal aliento y evita el acúmulo de sarro. No modifica ni añade sabor a la comida.
- Juguetes para limpieza bucal: se trata de trenzas formadas por hilos resistentes (mordedor de algodón) que los perros mordisquean, dando un efecto de múltiples hilos dentales. Solo tiene 2 inconvenientes: hay que vigilar que la mascota no trague un trozo de hilo y que no a todos los perros les gustan.
- Limpieza de dientes con pastas dentífricas especiales para perros. Es importante indicar que no debe usarse pasta dental de uso humano porque los componentes dañan la salud del perro. Existen entonces dentífricos para perros que incluso tienen saborizantes a carne; aplicada con cepillo de dientes pequeño y de cerdas suaves o cepillos de dedo. Ello requiere adiestramiento y paciencia, pero se consigue que el cachorro se acostumbre a partir de los 6 meses de edad, siendo suficiente como preventivo el cepillado 3 veces a la semana.
- Enjuagues bucales para perros: se trata de soluciones especiales que se añaden al recipiente de agua del perro para cada vez que beba "limpie" los dientes y le de un aliento fresco (hay que mencionar que no sustituyen el cepillado)
- Visitar regularmente al veterinario para un chequeo periódico, que incluya la exploración física de la cavidad bucal. Una visita anual suele ser suficiente en perros jóvenes y en los adultos tal vez sean precisos 2 reconocimientos anuales.
- Eliminación del sarro dental bajo sedación y/o anestesia. Si se requiere, retirará piezas dentales en muy mal estado o que comprometen la salud del animal. También realizará alguna pequeña cirugía si hay abscesos en la cavidad bucal. En cualquiera de estos casos, prescribirá antibióticos de amplio espectro durante varios días. Idealmente debe realizarse cuando la cantidad de sarro sea leve, así la anestesia tendrá una menor duración y sus riesgos de minimizar. Además, casos severos de enfermedad periodontal puede requerir la extracción de más de una pieza dental, una anestesia mucho más larga, y la administración de antibióticos y antiinflamati¡orios pre y post operatorios para combatir la infección.
En conclusión, la colaboración del dueño de la mascota con el veterinario, hará más efectiva la prevención de la higiene bucal y general del perro, lo que de forma directa e indirecta mejorará la calidad de vida de su mascota, tanto desde el aspecto sanitario, como socio-cultural
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